viernes, 29 de junio de 2012

Soy Maggie y antes me daba pena yo pero ya no.


Existen miles de anécdotas que podríamos juntar sobre ella, desde los fans de Tokio o quizás los pretenciosos bonaerenses con su elitista Creamfields, o incluso la anormalada freak de Auckland y todos con el mismo nombre que saldrán de sus labios: Cuando vi a Alice Glass…guau… debiste haber estado ahí… ¡no sabes lo que hizo!... ¡la vi y me saludo!... ¡estaba con muletas!.... ¡casi la golpean!.... ¡golpeo a un fan por tocarle los pechos!... ¡Debiste haberla visto cuando Ethan intentó defenderla de los guardias de seguridad!... minutos después, todos dejaremos de exhalar aquella excitación acumulada y procederemos a tranquilizarnos y colocando en aleatorio en cualquiera de nuestras versiones del IPod. Casualidad absoluta que te tocó una canción de su segundo disco, la métrica violenta y el sonido ensordecedor de un lamento, una serie de gritos articulados por una plataforma de sonidos beats y una letra que a la tercera reproducción ya conoces y tú simplemente avanzas por la vereda para continuar con tu vida….


Quizás fueron los últimos días de verano que influyeron en ella la personalidad tan efervescente y descontrolada de la que muchas veces tenemos noticias, 23 de Agosto de 1988, una día común y corriente, libre de grandes acontecimientos y cismas existentes, su presencia como un sinónimo de vida y un augurio sobre su persona: la rebeldía enmascarada en el cuerpo de una muñeca de porcelana.


Y es que para muchos de nosotros es casi imposible poder generar una imagen pasada de nuestros “ídolos”, porque admitámoslo, nosotros amamos a Alice, pero no la idealizamos, pero no por eso quiere decir que nos acordemos que es un ser humano que cambia y, como tal, siempre presenta diversas etapas, momentos donde uno se revela y descubre que la gente que se llama cool, no es más que “el mayor desperdicio de carne que has podido conocer”, que lejos de las fronteras que ofrecen el sistema educativo canadiense existe una subcultura “marginada” por el establishment y de la cual no te niegas a conocer y seguir, dejar de usar el nombre con el que te identificas ante el sistema de registro nacional canadiense, huir de tu casa de la manera más tranquila, mientras tus padres quizás te llamaron a viva voz: Maggie Osborn!; olvidarse del viejo nombre y de la vieja foto que te tomó aquel fotógrafo frustrado que todos los años venía a tu instituto con el único fin de tomar las fotos del anuario…

Tienes una sonrisa que parece no corresponder al momento, como si el flash te hubiera dicho tu futuro y tu misión; terminaste de tomarte la foto y te tocaste tu cabellera rubia, “me tengo que teñir” pensaste y avanzabas por los pasillos de tu colegio. La foto se publicó en el anuario y las expectativas se cumplieron… ¿Cuántos conservarán aun ese anuario?, no prefieres ahondar en el tema, ahora que ya huiste de tu casa ¿tu nombre?, Vicky Vale, así de simple, tan ficticio, pero completamente creíble… sean punks drogadictos o drogadictos punks, no importa la posición de las palabras tu evolucionabas en la búsqueda de una falsa autodestrucción, poco nos importa sobre él porque prefieres Jack Danields o quizás sobre las razones por las cuales consumes drogas, poco nos importa…


La gesticulación de tus actos y la violencia tan aplaudida con la que te defiendes fueron creciendo en medio de un conjunto que ni siquiera se trataban como habitantes sino como miembros de un antisistema, done al igual que todos los grupos fue la música con la que tus gritos y gestos no han hecho más que multiplicarse a totalidad… Fetus fatale, conciertos underground con botellas rotas y tu menuda apariencia moviéndose en el escenario, algunos te creen débil, observan tu piel tan blanca y tu cabellera teñida para ocultar tu rubio natural, creen que pueden jugar contigo, intentan aparentar un completo aletargamiento, pero todo precede en tu respuesta, en el gesto, en grito, en la patada o en un certero puñete, te mandan a la mierda, pero para ti todos ellos nunca han existido.

No hubo quinceañero mexicano, tampoco regalos impresionantes, quizás un buen vodka o más vasos de Jack Danields, todos vuelven al aletargamiento y vuelven los fiestas conciertos, apenas había pasado 7 días desde que cumpliste 15 años, alguien te abordó, lo observaste y te preguntaste quien carajos era… “El ingrediente que faltaba” cometerían muchos años después, pero tú, después de escucharlos, no perdiste nada en decir simplemente Si, aceptaste el Cd y fumaste un cigarrillo, lo observaste y pensaste que definitivamente había algo más que podías hacer, de todas formas “solo somos polvo”…





instagram


Datos personales

Mi foto
Hago mixtapes en cassette, me gusta tomar fotos y no publicarlas y hago shorfilms en mi cabeza.

Calendario Humano